Para enseñarle a los niños este concepto, les propongo primero leer el siguiente cuento y definir con ellos ejemplos para hacer la luz en la cotidianidad. Una vez terminen, sigan con el ejercicio y utilícenlo para completar las conclusiones que sacaron del cuento.
Ser la luz te ayuda a ser feliz
Ser la luz de responder con amor, es decir, con intenciones y sentimientos lindos, que te hagan sentir bien. Hay muchas formas de ser la luz, por ejemplo, ser generoso, ofrecer disculpas, aceptar cuando te equivocas, sorprender a alguien con un lindo gesto, ayudar a los demás, etc. Aunque a veces sea difícil pues puede sentir rabia, envidia o celos, decidir ser la luz sirve para tener tranquilidad y solucionar los problemas o aprendizajes más rápido. Cuando lo haces, las personas a tu alrededor se sienten tranquilas o sorprendidas y se abren a las soluciones. Los Ángeles, Especialmente el Arcángel Miguel, pueden apoyarte. Sólo tienes que pedirle que te apoye cuando sientas que tienes rabia o algún sentimiento de miedo. También el arcángel Gabriel te apoya para que escoja tus palabras y los demás entiendan lo que sientes y vives.
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Aprender a entender y recibir el mensaje de los ángeles te ayuda a aumentar la confianza en ti misma para tomar decisiones que te lleven a ser más feliz. Aprovecha ahora esta gran oportunidad desde la comunidad de tu casa.
Ejercicio
Aprender a ser la luz
A Consejos tener en cuenta la edad del niño y la atención que le ponga, para leer los ejemplos que siguen pueden hacer el plan de dedicarle una semana a aprender hacer la luz y leer diariamente uno o dos y aplicarlos a la vida. Otro momento para utilizar esta información es cuando el niño esté triste: pueden proponerle buscar una forma de ser la luz para manejar la situación.
- Agradece diariamente lo que tienes: cuando agradeces, ¡te sientes muy bien! todas las noches antes de acostarte agradece lo lindo que hay en tu vida. Así el día no haya sido lo que esperabas y estés triste, agradece lo que tienes y verás como puedes ver las cosas de forma diferente. Pide el apoyo de tus ángeles.
- Opina y no juzgues: Recuerda, la diferencia entre juzgar y opinar es la intención. Juzgar viene del miedo y la intención es criticar o hacer quedar mal a alguien ante los demás. Siempre puedes opinar: cuando lo haces, tu intención es compartir lo que sientes, sin necesidad de tener la razón o de qué otra persona sea la mala. Puedes decir cualquier cosa opinando.
- Cuidado como hablas de los demás: cuando hables de alguien y no esté presente, imagínalo al lado tuyo. Cuida tu intención y opina, expresando tus emociones como tu punto de vista, sin culpar ni juzgar. Esto te dará libertad, pues no tendrás miedo de que le cuenten y, sobretodo, no te sentirás mal.
- Ten claro que todo lo que vives es el resultado de la semilla que plantaste: Cuida tu intención y las semillas que plantas con tus palabras, acciones y pensamientos. Si te equivocas, acéptalo valientemente, esto te cambiará la semilla de miedo por una de felicidad.
- Es importante que sepas que todo pasa por algo: hay situaciones que pueden hacerte sentir triste, pero todos son parte de tu misión y puedes aprovechar todo lo que vives.
- Eres humano y te vas a equivocar: todos nos equivocamos y eso es normal. Lo importante es lo que haces cuando te das cuenta. Acepta tu “error” y aprende de él para que no te vuelva a pasar. Si no aprendes, volverás a vivir algo parecido hasta que cambies. Aceptar los errores te hará sentir valiente, fuerte y tranquilo.
- Mandan los Blanca y Angeles: cuando veas a una persona triste y sientas que no puedes hacer nada, como alguien en la calle un amigo que tiene un problema, imagino que recibes luz blanca de paz y tranquilidad de Dios y Los Ángeles y se la mandas al corazón. También puedes enviarle Angeles para que lo acompañen, protejan y guíen.
- Ponte en los zapatos de los demás: ser la luz es entender que cuando alguien está bravo, grita o miente es porque tiene miedo. Si te hace sentir mal puedes decírselo de una manera calmada porque entiendes que está asustada. Otra forma de ponerse en los zapatos del otro es recordar la frase: “no hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti”. Recuerda, si lo haces, siembras una semilla y un día vivirás una situación similar.
- Pide el apoyo de tus ángeles para todo lo que necesites: recuerda que los ángeles están contigo siempre y te apoyan con sólo llamarlos. Confía en su guía y sigue tu corazón.
- Expresa sus emociones con tranquilidad: recuerda que las emociones son guías. Cuando estés feliz, compártelo y agradece a las personas que hicieron posible ese momento. Cuando estés triste, molesto o asustado, siente y compártelo con alguien de confianza para que puedas desahogarte y después ver con claridad de nuevo el camino. aprendizaje.
- Pon límites con amor: cuando alguien hiera tus sentimientos o haga algo que te moleste, es importante que se lo digas para que corrija o pueda entender lo que está pasando. Cuéntaselo cuando estés calmada sin esperar nada cambio. Esto te hará sentir mejor. Puedes preguntarle cómo se sentiría si le hicieran lo mismo que te hizo. Después de hablar, sigues tu corazón y decides si quieres cambiar la relación.
- Disfruta los logros de los demás: cuando alguien saque una buena nota o le pase algo maravilloso en la vida, felicítalo y comparte esa felicidad. Si llegas a sentir envidia, respira profundo y piensa que te está mostrando esta emoción. Recuerda que cuando las sientes es porque es una guía para darte cuenta de que quieres algo en tu vida que no tienes: Un bienestar. Pide ayuda a tus ángeles para lograrlo aplicando la ley del bienestar.
- Perdona y pide perdón: recuerda que todas las personas entran en tu vida por una razón, así que buscas un mensaje liberarás el dolor. Después decides si quieres seguir con la amistad o la relación o tomar distancia. Cuando te equivoques, ofrece disculpas, aprende y así no tendrás que vivir nuevamente una situación similar.
- Agradece a tus padres, abuelos y hermanos: escogiste tus papás, y por ende tus abuelos y tu familia. Todos, tal como son, con sus oportunidades de mejora (defectos) y cualidades, vienen a ayudarte a cumplir tu misión. Agradéceles una vez a la semana por ser parte de tu vida y sobre todo cuando te traigan bienestar.
- Haz una diferencia en la vida de otro: ¿sabes que todos los días puedes hacer algo para alegrarle la vida a otra persona? ¡eres muy poderoso! llévale un pan por la mañana el conductor del bus del colegio y agradecerle por levantarse tan temprano para llevarte. Hablarle a un compañero que está solo. Dile a una amiga que está linda hoy. Todo esto lo llamamos AAA o Actos Aleatorios de Amor. Te sentirás muy bien y llenos de felicidad tu vida y la de alguien más. Sobre todo cuando estés asustado o triste, compartir la felicidad de alguien te ayudará a sentirte mejor.
- Cuida el planeta: todos los seres vivos tienen una misión o una función en nuestra vida. Es importante que respetes la vida de los animales y las plantas. La tierra es nuestro hogar y nuestras acciones la afectan. Recicla, pídele a mamá que compré jabones biodegradables, cuida el agua y no contamines.
Comenten con sus hijos estos conceptos, Define momentos en los que puedan ser la luz. Apliquen en lo que les he propuesto en este post para lograrlo. En mi experiencia con los niños o padres, usamos la técnica del juego de roles, para practicar y aprender hacer la luz. Cuando un niño está viviendo una situación de aprendizaje, lo invito ensayar las opciones de ser la luz. Yo hago el papel del amigo o el de él mismo y buscamos una forma De actuar que le de seguridad que le permita ser la luz. Es una linda forma de integrar a la vida diaria la espiritualidad. Díganle a su hijo que jueguen con las opciones para manejar una situación a ver cuál los hace sentir mejor, para que le apliquen. Ser la luz es vivir la espiritualidad y disfrutar la aventura de la vida, al hacerlo le damos sentido a lo que vivimos con gratitud y confianza. Mi intención con este post es apoyarlos para llenar de los los corazones, las familias y así educar la nueva generación de niños para que construyan un mundo conciente, basado en el amor y la unidad.
